Desde que entro por la puerta de la consulta, el ambiente ya desprende una energía mágica, acogedora, que atrapa desde el principio.
Con el masaje metamórfico y la terapia floral he conseguido tener un estado de relajación y tranquilidad que me hace recordar lo verdaderamente importante de la vida. Los síntomas que me provoca la ansiedad han mejorado notablemente, llegando incluso a desaparecer la mayoría de ellos.